El mes de noviembre se encuentra bajo el mando de los eclipses. Venimos del eclipse parcial de Sol del 25 de octubre y acabamos de pasar por el eclipse total de Luna del 8 de noviembre. Esto es de suma importancia para los tiempos venideros ya que su influencia se prolongará hasta el próximo año. En un eclipse los nodos lunares (Rahu y Ketu) se interponen y rompen el equilibrio entre el Sol, la Luna y la Tierra. Durante este evento vivimos en la oscuridad durante un tiempo para luego volver a ver; y este es el indicio que nos marcará el tono de las experiencias que nos van a acontecer: un momento de oscuridad que antecede a la revelación.
Durante este tiempo estaremos a prueba y seremos empujados a sacar el velo y tener que discriminar entre la verdad y la ilusión. La ignorancia poseerá sus raíces en la deshonestidad. La honestidad significa confiar en el conocimiento interno de uno. La honestidad no tiene ningún elemento de juicio, no encuentra ningún defecto. Ser honesto con uno mismo va directo al núcleo y abre la cognición de la no diferencia. Rahu indica la separación. Rompe el concepto erróneo de la dualidad, que es donde se asienta la ilusión de la separación. Rahu es el principal responsable del divorcio, rompe nuestros corazones, nuestras estructuras que hemos construido en nuestra vida. Al hacerlo, nos ofrece la oportunidad de ver más claramente lo que es real. Si podemos ver lo que es real, la ruptura de las estructuras externas puede no ser necesaria.
La ciencia y las grandes religiones nos dicen que la luz de la vida nació de una oscuridad primordial. Las experiencias de Rahu nos recuerdan esa fuente.
Para entender las influencias de los eclipses debemos entender la naturaleza de Rahu y Ketu. En la historia del batido del océano de leche (genealogía fundamental de la cultura védica) por los dioses y demonios, el primer producto del batido fue un terrible veneno. Śiva se lo tragó y su garganta se puso de color azul. Esta historia encarna la verdad eterna de que cuando uno busca el néctar, primero tiene que portar el veneno. Antes de ser curada, la enfermedad tiene que aparecer y desaparecer.
Rahu se encuentra en Aries. Aries es la cabeza y Rahu es la serpiente encapuchada, lo que obviamente sugiere que el cerebro se extiende en la parte superior de los nervios que suben por la columna vertebral. Esto conecta a Rahu con la inteligencia, la especialidad humana de poder resolver los problemas, innovar y maximizar nuestro beneficio de nuestro entorno.
Rahu se encuentra en tensión con Saturno. Tanto Saturno como Rahu pueden traernos penas y separaciones y, a su debido tiempo, las mismas bendiciones profundas. Ambos son planetas ventosos y juntos representan la combinación de la “tormenta”. En astrología, el mundo está dividido en 12 casas, cada una de las cuales representa un área de nuestra vida. Donde se encuentre ubicado en nuestra carta natal sacudirán bien, lo que nos ayudará a cambiar y evolucionar.
Movimientos planetarios a tener en cuenta:
Venus entra en la constelación de Anurādha (que se encuentra dentro de Escorpio) el 13 de noviembre. Esta posición manifestará la capacidad de generar asociaciones que nos lleven al éxito personal. Debemos asumir la responsabilidad de nuestras alianzas para generar beneficios en nuestros objetivos compartidos. La deidad que gobierna es Mitra, uno de los Adityas que rigen la amistad, por lo que mantener las relaciones será una parte fundamental. Venus aquí recibirá la influencia directa de Marte, que se encuentra al frente en el signo de Tauro, poniéndonos a prueba a encontrar el equilibrio entre el dar y el recibir, la autoafirmación y la entrega. El éxito llegará en el justo medio. El 23 de noviembre Venus entrará en la constelación de Jyeṣṭhā, otorgándonos una mayor capacidad analítica y habilidades intelectuales. Esta posición puede otorgar prosperidad material.
Mercurio, el planeta de la mente y la comunicación, estará entrando el 15 de noviembre en la constelación de Anurādha. Este tránsito generará una forma de comunicación intensa y profunda. Propicia los negocios y el intercambio. Nos otorgará la posibilidad de mejorar y de alcanzar nuestras metas. Pero debemos de tener sumo cuidado con esta energía, ya que la tendencia de Escorpio es a buscar controlar. Podemos tener baja tolerancia a la frustración y los problemas con la ira pueden ser parte de nuestro comportamiento.
El Sol entra en Escorpio (dentro de la constelación viśākha) el 15 de noviembre y el 18 ya estará dentro de Anurādha. El Sol arroja luz por donde quiera que vaya, y en esta posición habrá una mayor predisposición a buscar conocer lo oculto o querer profundizar sobre una causa. Este tránsito nos brinda la posibilidad de una revelación. El símbolo de Anurādha es la flor de loto, y nos refleja la capacidad y perseverancia para florecer en medio de las pruebas y aflicciones de la vida. La deidad que gobierna es Mitra, el dios de la amistad y el compañerismo que promueve la cooperación entre la humanidad. Esta disposición favorece los contratos y las alianzas. El Sol recibirá la influencia de Júpiter durante todo este tránsito, alcanzando su punto máximo el 21 de noviembre, lo que ampliará nuestros horizontes y nos dará una mente más abierta en la búsqueda del conocimiento.
Marte retrógrado entra en Tauro el 19 de noviembre ( en la constelación de Mṛgaśīṣa). Marte estará en Tauro seis meses, y esto es poco frecuente, ya que normalmente transita 45 días por signo. Su estadía allí, en su movimiento retrógrado, nos desafiará a encontrar soluciones a problemas que resurgen del pasado. La naturaleza de Marte es la acción, el impulso a actuar, y yendo hacia atrás en Tauro podemos encontrar una resistencia obstinada de los demás o una hostilidad absoluta. El enfrentarnos a un obstáculo puede consumir todos nuestros recursos. Temas que creíamos tener resultados volverán a surgir, y esto es señal de que debemos abordar las cosas desde otro punto de vista, profundizar y comprometernos.
El 23 de noviembre tenemos la Luna nueva en Escorpio ( en la constelación de Anurādha), y además Júpiter sale de su movimiento retrógrado para entrar en su movimiento directo (en la constelación de Uttara bhadrapadā). Por otro lado, Mercurio y Venus estarán en la constelación de Jyeṣṭha, también en el signo de escorpio. Esta lunación se encontrará bajo la regencia de Saturno: Saturno estará en la casa 3, desde la Luna, y esto traerá un aire de desconfianza, frialdad, rigidez y severidad. La predilección será por la información concisa. Rechazaremos todo lo que sea imaginativo, intuitivo o creativo. Será propicio para las actividades de carácter de pensamiento concreto. El tercer aspecto de Saturno hacia Júpiter, en casa 5, puede disminuir y limitar nuestra creatividad y autoexpresión. Esta configuración nos viene a representar un “idealismo realista” o un “realismo idealista” en este terreno; es decir, se presentarán obstáculos para poder materializar algo ideal. El quinto aspecto de Saturno hacia Marte, en casa 7, puede controlar la agresividad e impulsividad marcial en nuestras relaciones. Debemos trabajar con paciencia y perseverancia para lograr procesos. Esta configuración nos viene a representar un proceso de maduración en cuanto a cómo accionamos en nuestros vínculos y cuales son los valores que lo representan.
Predicciones según tu signo Ascendente:
Ascendente Aries y Libra: Para estos dos signos el eclipse pasó por el eje de casas 1-7, este es un eje relacional. La casa 1 es la identidad, el yo consciente o el ego; y la casa 7 son nuestras relaciones, es la realidad objetiva, exterior al “mi-yo”. Es aquí donde se enfrentarán los grandes cambios, desafíos y transformaciones, en cómo nos percibimos a nosotros mismos (se puede hasta sufrir una crisis de identidad) y cómo contribuimos en nuestra relación con los demás.
La Luna nueva caerá en el eje de casas 2-8, este es el eje de los recursos, recursos individuales y compartidos, la noción de “lo mío” y “lo nuestro”. En estas áreas se podrán presentar dificultades, restricciones o pérdidas. También se manifestarán nuevas formas de manejar la materia y lo inmaterial, que pueden verse reflejadas como deudas o pérdidas hacia todas aquellas cosas a las que estamos apegados (recursos materiales, psicológicos, hábitos de pensamientos, ideas, conductas, etc)
Ascendente Tauro y Escorpio: Para estos dos signos el eclipse pasó por el eje de casas 6-12, este es un eje que representa la existencia humana, el servicio personal y servicio a la humanidad. Cuando estamos a la altura de lo que la vida nos pide, enseñamos nuestras capacidades, pero cuando no estamos a la altura de lo que la vida exige, físicamente o mentalmente, es aquí donde se manifiestan las enfermedades, el dolor, los conflictos internos y el miedo a no triunfar. Nuestro ego se expresa en las casas 4 y 5, pero en la 6 debemos sufrir una transformación. Dicho de otra manera, aquí debemos cultivar la auto maestría y el renunciamiento. Uno debe dedicarse a una causa mayor para franquear la crisis que trae este eclipse. En la casa 12, uno debe hacerse consciente de su sombra interior, miedos y sentimientos de culpabilidad. Aquí debemos aprender que no vivimos en el vacío y que formamos parte de un todo más grande.
La Luna nueva caerá en el eje de casas 1-7, eje relacional y de encuentro. Esta es una nueva oportunidad para dirigir la atención hacia nuestro mundo interior y encontrar una realidad central: la propia. Debemos buscar de manera progresiva un sentimiento de seguridad y estabilidad. Esta fuente en el “yo'' será renovada por nuestras relaciones a través de nuestra capacidad de hacer frente al cambio continuo.
Ascendente Géminis y Sagitario: Para estos dos signos el eclipses pasó por el eje de casas 5-11, este es un eje de expresión y plano social, también ligado a lo relacional ya que es la imagen individual en nuestra proyección social. La casa 5 expresa y exterioriza según lo que uno es capaz de hacer. Debemos permitir a los demás conocernos según nuestras acciones y creaciones que serán una exteriorización de nuestra eticidad. Esta casa también nos accede a ser agentes que permiten la liberación de poderes que responden a una necesidad humana. Este eclipse nos empujará a tener que comprender la naturaleza de nuestras capacidades, y al mismo tiempo nuestro objetivo esencial en el dharma. La clave estará en saber posicionarnos como agentes creadores creando con otros agentes creadores para el bien del todo mayor.
La Luna nueva caerá en el eje de casas 6-12. Esta configuración nos viene a recordar que lo que hacemos en la vida como individuos no es la única cosa que cuenta, debemos tener presente la actitud de los otros y de la sociedad. Esta lunación nos empujará a establecer límites bien definidos a lo que podemos realizar y cosechar.
Ascendente Cáncer y Capricornio: Para estos dos signos el eclipse pasó por el eje de casas 4-10, este es un eje que representa la vida privada y la vida pública, nuestro mundo interno y nuestro mundo externo, el hogar y la profesión. Pero en un nivel más profundo, esta casa simboliza nuestro conjunto de potencialidades y sentimientos inexpresados, de influencias ancestrales e impresiones de la infancia. Todo esto emergerá en nuestra vida consciente e impactará en nuestras experiencias de relación con el mundo exterior y con los otros. Aquí nuestro sentido de seguridad y de fuerza condicionarán todas las cosas. Debemos enraizarnos y buscar estabilidad en el sentimiento de que “pertenecemos” a alguna cosa vital. El valor será necesario para persistir con fe y llegar a nuestro centro. Este eclipse nos traerá pruebas conscientes de nuestra actitud personal hacia las realizaciones o fracasos, el empleo de nuestra posición social y la que alcancemos.
La Luna nueva caerá en el eje de casas 5-11. Esta posición nos marca el poder a disposición que viene de la actividad social o en función de nuestras capacidades que tenemos de obrar por el bien de un grupo.
Ascendente Leo y Acuario: Para estos dos signos el eclipse pasó por el eje de casas 3-9, este es un eje de conocimiento, pensamiento y aprendizaje. La casa 3 es nuestro entorno, y con el paso del eclipse por aquí nos veremos confrontados con nuestros hábitos, costumbres, asuntos familiares adquiridos, vecinos, etc. Veremos todo este factor colectivo en acción. La calidad de nuestro entorno y mentalidad se encontrará en una lucha constante en el marco diario. La clave será ser objetivo frente a las reacciones de nuestro ambiente y ser conscientes de la manera en que nos expresamos. Estas reacciones nos van a revelar nuestras limitaciones y nos pondrán a prueba nuestras ideas. Según Rudhyar, la casa 9 presenta la prueba de la significación. Debemos intentar expandirnos y saber cómo permitir al yo esencial tomar lugar del yo existencial.
La Luna nueva caerá en el eje 4-10. Nuestra vida interior subjetiva y psíquica tomará un aspecto diferente. Esta posición simboliza el hogar y la formación del alma individual. Podremos abordar problemas de estabilidad. Recordemos que una vida interior es una vida de sentimientos. Debemos cultivar el equilibrio si queremos encontrar un estado de fortaleza. Los desafíos vendrán de nuestro mundo interno y su manifestación en la familia para luego repercutir en nuestra vocación.
Ascendente Virgo y Piscis: Para estos dos signos el eclipse pasó por el eje de casas 2-8, eje de posesiones, de recursos, de nutrición y pérdida. Esa posición nos viene a revelar nuestro verdadero valor personal, así como las ideas y las cosas que encontramos valiosas. Debemos desarrollar y utilizar nuestras capacidades, transformar nuestras posesiones heredadas y adquirirlas para adaptarlas al objetivo de nuestro verdadero ser esencial. Este eclipse revela nuestro sentimiento de potencia o impotencia que puede desencadenar en un complejo de inferioridad o superioridad. El desafío provendrá en ser un transformador y cuestionador de los valores heredados.
La Luna nueva caerá en el eje 3-9, impulsándonos a buscar comprender el porqué y el sentido de nuestras experiencias. Debemos concebir nuestras limitaciones, necesidades y la eficacia del reparto de nuestros esfuerzos e intentar ser un agente de las necesidades colectivas. Por otro lado, existirá el peligro de absorber más de lo que se puede verdaderamente asimilar. El camino que sugiere esta lunación es hacia la expansión y comprensión sobre el significado profundo de las cosas.
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