Fecha: 24.02.2024
Hora: 9:31 hs
(Hora local Argentina)
¿Cómo podemos apreciar el valor de lo ilimitado si no hemos establecido una pauta de vida dentro de límites que sean claros? A menudo preferimos permanecer en la oscuridad, mantener nuestro sentido del misterio que arriesgarnos a darnos cuenta de que lo que hemos idealizado durante tanto tiempo no es en realidad tan valioso como habíamos querido creerlo. Parece que, con frecuencia, identificamos algún ámbito de la experiencia humana con nuestros anhelos espirituales más profundos, y el resultado es la confusión.
El caos es un proceso por el que un orden salta hacia otro orden. El desorden y la confusión en la que estamos inmersos sirven a un orden superior. Las Lunas llenas son siempre epifanías, porque es un signo reflejado en el otro. Y estos son momentos de iluminación.
La oposición entre dos signos son dos fases del mismo proceso. Es un péndulo oscilando de un lado al otro.
Saturno, el planeta de los limites, a menudo llamado “el señor del karma", será el protagonista de esta lunación. A este planeta se lo llama “el señor del karma” no porque sea el único elemento que lo simbolice, sino porque su posición y aspectos revelan dónde se encuentran las pruebas más específicas y concentradas donde experimentamos una sensación de dolor y frustración. Más exacto sería decir que Saturno representa el “karma difícil”, este inhibe la corriente de nuestra energía creativa y es aquí donde debemos superar nuestra complejidad. Debemos saber que Saturno no solo posee este lado negativo, sino que también genera energía desde su tensión interior para luego desarrollar conocimiento. Saturno es el planeta que da forma y estructura. La clave será saber dar una nueva forma de expresión hacia los obstáculos de los que hemos de ocuparnos. Saturno inclina a ver el lado más sombrío y triste de las cosas, pero una vez que se es consciente de esto, hay que darse cuenta de que uno está viendo solo una parte de la realidad, así que por lo tanto es posible superar este estado.
Con el Sol conjunción a Saturno, en el signo de Acuario, habrá una tendencia hacia el autocontrol, la moderación y una actitud de cautela. Asumiremos responsabilidades y tomaremos compromisos y deberes hacia los demás. La tendencia será a ser disciplinado y capaz de encauzar las energías hacia un determinado fin que deseamos lograr. Saturno da resultados a través del esfuerzo, y ser capaz de construir una base firme en la cual asentar el futuro.
La Luna en Leo se encontrará en la constelación de Magha. Magha, significa el poderoso o el grande y se encuentra cerca de la frente del León. Su símbolo es un trono, el asiento real sobre el que se transportaba al rey por las ciudades que gobernaba. Las deidades gobernantes son los Pitṛ, los grandes padres de la humanidad, que funcionan como ángeles de la guarda dando protección en caso de grandes calamidades en la tierra. Los Pitṛ representan el orgullo ancestral y el poder personal. La Luna en esta posición se expresará como ambición, liderazgo, poder, orgullo familiar y lealtad a un linaje espiritual. Esta nākṣatra representa la concretización del alma en su forma individualizada. El lado oscuro será la arrogancia, la superioridad, el prejuicio y la identificación con el estatus de clase. Esta posición puede ganar el reino, pero perder su alma.
Debemos de saber que, la deidad que inflige la herida es, al mismo tiempo, la enfermedad y la cura. El Sol pedirá la transformación de la identidad y modalidad de expresión de energía creadora. La Luna necesitará transformar nuestros sentimientos acerca de nosotros mismos y de cuán cómodos estamos con nosotros mismos. Saturno pedirá transformar nuestras ambiciones, prioridades y estructura laboral. En otras palabras, esta lunación necesitará una transformación de alguna índole. Es inútil pretender que los problemas son una molestia que pueden fácilmente reprimirse o ignorarse. Cualquiera que sea el conflicto o la necesidad de tomar decisiones que se agiten en la actualidad subirá a la superficie nuevamente en el futuro si ahora no es atendido.
A veces podemos resistir un largo tiempo la creciente presión para el cambio; pero, a su vez, esta resistencia es, en última instancia, una autoderrota.
Que esta lunación nos ayude a no diferenciarnos de la conciencia. La conciencia es, al fin y a cabo, la presencia de Dios en nuestro corazón. Y cuando somos más conscientes es cuando somos verdaderamente capaces de ser un canal de expresión de las manifestaciones más puras de este mundo.
Om Namaḥ Ṣivāya
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