Los signos son arquetipos ideales de una meta. Esta Luna llena en Géminis, en la constelación de Punarvasu, manifestará una reconexión en la búsqueda de la comprensión.
La energía de Júpiter se generará en Punarvasu, donde las ideas se convertirán en emoción, compasión y devoción. Esto luego tomará su forma donde los ideales se convertirán en una búsqueda profunda; y alcanzará su plenitud o perfección en los principios universales que vendrán a dar forma a la manifestación externa.
Punarvasu es una nākṣhatra de crecimiento, desarrollo, alegría y expansión. Muestra el movimiento del pensamiento hacia la expresión.
Esta configuración traerá la expansión del intelecto del mero pensamiento al sentimiento y, en las circunstancias adecuadas, a la sabiduría; para luego dar la expansión de nuestro sentido social de la relación personal y de la intensidad del sentimiento que nos une a la vida más profunda. El ciclo termina permitiendo la expresión de nuestro mundo hacia las sensibilidades emocionales, convirtiendo nuestros ideales en fe, y nuestra aspiración en compromisos.
Punarvasu es una combinación de dos estrellas: Punah y Vasu, y su deidad es Aditi.
¿Quién es Aditi? Los Vedas nos dan una idea del papel que desempeñó Aditi al hacer que la tierra fuera habitable y hermosa. Originalmente, la tierra no tenía vegetación. Bhūmi (devata que lo personifica) quería que la tierra se viera atractiva. Entonces, rezó a Lakṣmī, también llamada Aditi, en un día en que la estrella era Punarvasu. Como resultado, la tierra se cubrió de vegetación. Si uno adora a Aditi en Punarvasū será bendecido con prosperidad ya que alude a nuestra capacidad de nutrirnos.
La palabra sánscrita 'diti' significa cortar. Aditi es todo aquello que no puede ser cortado. Lo que esto nos dice que cuando Lakṣmī nos da una bendición, bajo esta configuración, nadie puede quitárnoslo.
Dijimos que Punarvasu es la combinación de las estrellas Punah y Vasu: Puna significa nuevo y Vasu significa auspiciosidad. En el contexto de nākṣhatra esto alude a la restauración del dharma, al reinicio del proceso creativo y todo lo que sigue después de un proceso de ruina. En la guirnalda de nākṣhatras, Punarvasu cae después de la terrible constelación Ārdrā y, por lo tanto, se relaciona con la fase que sigue a cualquier devastación.
Esta luna llena traerá la oportunidad de que la creación ocurra y prospere. Las fuerzas creativas se podrán manifestar en la forma de encender el fuego (conocimiento) de la vida, en el agua (sentimientos) que lo nutre y el aire (relaciones) que apoya nuestro crecimiento. En otros términos, esto también puede verse como un nuevo comienzo después de la destrucción. Pero debemos entender que la principal clave es la armonía, sin la cual la creación nunca sucederá.
Muy interesante la información.