Fecha: 10.03.2024
Hora: 6:01 hs
(Hora local Argentina)
¿En qué nivel estamos funcionando con nuestra conciencia, con nuestra atención? El hecho de estar conscientes implica un estar presente. Conciencia es el conocimiento de donde estoy. ¿Y donde estoy? ¿Cómo no volver a repetir y aprender de las lecciones de lo vivido? Es a través de nuestras respuestas a los eventos externos que presentamos la santidad de nuestra calma interior. Piscis es el signo de la liberación, Acuario es la etapa anterior, la pérdida, es desalojo antes de la liberación. Nacemos en un momento determinado para dar respuesta a un interrogante, y la repetición de algo nos da la oportunidad de hacerlo consciente. Lo que tiene que suceder bajo esta luna nueva es que el ego tiene que romperse en este signo. Es por eso que el arquetipo del aguador está derramando agua. Acuario representa alguna forma de pérdida en la vida, pero no debemos de tenerle miedo a esto, hay un propósito detrás. Algo tiene que ser regalado, algo tiene que irse de nuestra vida. Acuario también está relacionado con la casa 11, donde obtenemos nuestros deseos en la vida, y hay un principio aquí, el de regalar lo que tenemos, tanto como tiempo, energía o recursos, es una deuda kármica que presenta este signo. ¿Por qué hay una deuda? porque el signo opuesto, Leo, es el rey, nos ha dado fama, éxito y todo tipo de recursos materiales en una etapa anterior. Esta deuda debemos pagarla sirviendo a la humanidad de alguna manera. Pero este noble objetivo de dar a los demás no será tan fácil, tendremos que dejar atrás nuestro ego una y otra vez, sirviendo a lo demás, olvidándonos de nuestras necesidades y pensando en los otros. Esto será una pesadez para la mente debido a la posición de Saturno junto a la Luna en el signo de Acuario. Se manifestarán retrasos para conseguir lo que creemos que necesitamos. Saturno nos obligará a mostrar paciencia, y esto parecerá ser una carga bastante pesada otorgándonos un sentimiento de frustración con la vida material. La satisfacción emocional se verá obstaculizada. La mente estará en contacto con la realidad, pero a menudo sólo percibiremos el lado más oscuro de la vida, la cruel realidad, por lo tanto, veremos el vaso medio vacío en lugar de medio lleno, y esto podrá traer un sentimiento de melancolía. Pero también habrá un lado positivo y es que no nos dejaremos engañar por la ilusión. Será muy difícil taparse los ojos. Saturno con la Luna es una cuestión de equilibrio. Saturno tiende a desequilibrar la mente y las emociones. Tenemos que encontrar el punto medio. Estos son los karmas que debemos de pagar ahora. Tendremos dificultades, incluso traumas. Necesitaremos nutrirnos, aprender a confiar, abrirnos a los demás, y esto implicará también desenterrar el pasado y no culpar a quienes nos rodean.
La Luna en Acuario se encontrará dentro de la constelación Pūrvabhādrapada, se traduce como los pies de la suerte. Esto refiere a la deidad de Aja Ekapada, deidad que posee un solo pie y está relacionado con Rudra, Dios de las tormentas, que es como un rayo que cae sobre la tierra en una sola dirección para revelarnos y enfocarnos en un ideal o visión nueva para el futuro. Pūrvabhādrapada traerá una intensa purificación interna. Pero podremos volvernos temerosos, nerviosos y preocupantes cuando nos enfrentamos a eventos estresantes. No debemos olvidar que el objetivo principal será elevar nuestra aspiración espiritual para sacarlos del dominio del comportamiento egoísta.
Esta lunación nos pedirá encontrar un sentido de pertenencia desde una conexión con la realidad y así poder llegar a tener estabilidad de nuestras emociones. Debemos valorar lo que ha mostrado su valor con el tiempo. Esta es una oportunidad de responsabilizarnos con nuestro presente. Las cosas no saldrán como habíamos planeado, intervendrán fuerzas superiores en las acciones humanas a través de eventos repentinos. Pero debemos recordar que lo que nos pertenece en esta experiencia ya se encuentra disponible. Todo límite es una convención a la espera de ser sobrepasada. No existe la pérdida verdaderamente, siempre que doy me estoy dando a mi mismo. El solo acto de hacernos conscientes de un evento ya inicia nuestro proceso de disolución. No nos olvidemos que los desafíos son la urdimbre y la trama de nuestra existencia. La adversidad nunca es un obstáculo o una fuente de sufrimiento, sino una oportunidad para refinar nuestro estado interno.
Que esta luna nueva nos impulse a reconocer la adversidad como un maestro, y saber que no son los eventos en sí mismos, sino nuestros juicios lo que tienen el poder. Este será un momento en donde veremos la medida de nuestra fortaleza. No importa donde estemos, aún habrá horizontes por explorar y virtudes por cultivar. El acto de agradecer no depende de la abundancia de lo que poseemos, sino de nuestra capacidad para percibir las bendiciones de la vida en sus múltiples formas. Al cultivar un sentido de gratitud, calibraremos nuestra relación con la vida.
Om Namaḥ Ṣivāya
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