Fecha: 20.02.2023
Hora: 4:07 hs
(Hora local Argentina)
Acuario (Kumbha), el aguador, posee dos urnas, con una vuelve el agua al río y con la otra la vierte sobre la tierra. Las aguas del río (que representa el inconsciente colectivo) tocan la tierra de nuestra realidad individual. El agua que cae en la tierra nutrirá la semilla que estaba en el suelo, es decir, activará lo oculto, trayendo lo nuevo. El agua de la otra jarra es ahora aireada y purificada, fluyendo en el arroyo para revivificarlo y rellenarlo.
Este simbolismo nos grafica como el mundo se ampliará ante nuestros ojos. El aguador traerá visiones nuevas para la conciencia que surge de lo más profundo de nuestro ser.
Acuario representa la sabiduría del ser. Es el portador del agua como uno de los encargados de difundir la sabiduría y la fuente de vida: el agua.
Cuando la Luna y el Sol se posicionan allí, el ego puede verse inmovilizado haciendo surgir las intuiciones. En este punto podemos experimentar nuestra individualidad como parte de una representación universal, haciendo que las ambiciones egocéntricas puedan perderse alrededor de un centro. Pero recuerda, solo a través de las imágenes del inconsciente puede aparecer este darse cuenta.
Esta luna nueva nos abre a nuevos conocimientos. Separa los elementos del inconsciente de los contenidos personales, de manera que la consciencia del ego no quede inundada por materiales con lo que no estamos preparado para tratar ahora. Lo más personal lo devolveremos a la tierra seca de la realidad cotidiana para darle nueva vida y fuerza. Se creará un nuevo mundo de agua y barro. Acuario separa las aguas para crear una nueva realidad.
El silencio es el espacio interior que necesitamos para crecer. Nuestros sueños más profundos necesitan ser regados, cultivados y plantados en la realidad exterior. Cada vez que trabajamos con el inconsciente a través de la imaginación o la meditación, “regamos nuestros sueños”. Por el hecho de poner nuestras fantasías inconscientes en contacto con nuestras intenciones conscientes, liberamos el espíritu prisionero de la materia, liberando también intuiciones nuevas y visiones que habíamos encerrado en lo más profundo de nuestro ser, para que puedan ahora florecer en la realidad. Esta es una oportunidad para darle vida en el aquí y ahora a nuestras ideas y sueños cautivos.
La Luna y el Sol estarán posicionados en la constelación de śātabhiṣa, la cual representa las cien estrellas, los cien sanadores. Su regente es Rahu (aludiendo a lo oculto) y su deidad Varuna, dios del agua terrestre y celestial. Tiene la energía de Saturno, el guardián del umbral, quien preserva la vida. Esta portadora de agua otorga dones en las artes curativas al derramar las aguas del cántaro de Acuario para nutrir a la humanidad. Se cree que Varuna es uno de las deidades védicas más antiguas y su existencia impregna a todo el universo. Dado que está conectado con las lluvias, el agua, las nubes, los ríos, los mares, los océanos y todos los cuerpos de agua, se considera que Varuna es el sostén de la vida al entregar la lluvia y las cosechas.
Acuario rige la circulación de la sangre y se relaciona con la circulación de las ideas. Tradicionalmente simboliza la disolución de las costumbres antiguas y la pérdida de lazos rígidos que anuncia una liberación del mundo de los fenómenos.
En el zodíaco egipcio, Acuario se identifica con Hapi, el dios del Nilo, cuyas aguas eran la fuente de la vida tanto para la agricultura como para la espiritualidad.
Que esta lunación traiga la fuerza y el coraje para generar las nuevas formas de las cosas escondidas; como el océano cubre el fondo del mar, nuestro deber será sacar y encontrar los recursos internos para que nuestra metamorfosis traiga la victoria.
Om Namaḥ Ṣivāya
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