Fecha: 04.08.2024
Hora: 8:14 hs
(Hora local Argentina)
Según la Astrología Védica, la Luna es considerada como un elemento fundamental para determinar los ciclos energéticos y temporales que rigen sobre la conciencia colectiva humana. Ella, además de ser el cuerpo celeste más cercano a la tierra, es quien domina la mente inconsciente y sus mareas.
Sus primeras referencias son tan antiguas como el Ṛg Veda, texto milenario en donde el término Soma aparece como aquel ser celestial que entrega la inmortalidad de la conciencia y transmuta todo veneno en néctar o Amṛta. El Soma fue visto simultáneamente como una deidad lunar y como un elixir que llevaría al ser humano hacia estados de éxtasis espiritual y místico. Se decía que era una bebida intoxicante que conducía la conciencia hacia los reinos más allá de este mundo, y por eso se le honraba como una deidad, en este caso, asociada con la Luna. Más aún, el Señor Śiva es el regente astrológico de Soma, lo cual concuerda con la narrativa puránica en donde él toma el veneno que aniquilaría el mundo, y lo convierte en Amṛta, el néctar de la inmortalidad.
Esta Luna nueva se dará en la constelación de Āśleṣā. Āśleṣā es el entrelazador. Se llama la estrella que se aferra con el deseo de abrazar o enredar el objeto sobre el que se enfoca. Su deidad asociada son las Nagas, semidios con forma de serpiente. Esta constelación está simbolizada por una serpiente enroscada. Representa la kundalini que se encuentra en la base de la columna vertebral. Cuando se activa, esta energía puede traer poder e iluminación espiritual. Bajo esta constelación se tiene el potencial de penetrar hasta las profundidades de la comprensión y explorar las cavernas del alma. La serpiente es un símbolo de la sabiduría divina, la procreación y la prosperidad, así como el peligro, los problemas y los ataques inesperados. La energía de la serpiente debe ser respetada y aprovechada. Tiene el poder de infligir con veneno y de paralizar a sus enemigos con su mirada hipnótica. Tiene la energía de Mercurio y la Luna. Dado que ambos planetas son de naturaleza mental, puede ocurrir la creación de una mente profundamente filosófica, reflexiva, penetrante e inteligente. El lado de la sombra es la inestabilidad mental, el miedo y la mente melancólica.
Esta lunación en el signo de Cáncer estará caracterizada por su sensibilidad, uno debe tomar contacto con sus necesidades interiores y emociones. Apuntar a dejar fluir más abiertamente sus emociones, y también albergar su costado espiritual. Será por la fuerza de las emociones, que tanto nos costará ocultarlas a los demás, la alegría o el disgusto serán más que evidentes. Según nuestro estado de ánimo, miraremos la vida de ese color, lo cual nos puede volver fácilmente subjetivos. Cáncer está siempre alerta a los sentimientos manifiestos o no manifiestos de los demás, en cierto modo las necesidades de los otros activarán nuestra capacidad de nutrir y de proteger aquello que sea vulnerable. Cáncer constituye su búsqueda de relaciones que se sostengan a través del tiempo y altibajos de la vida.
El momento de la Luna nueva es el momento de la siembra de la semilla, y lo que se siembre en este momento tiene que ver con toda la configuración astrológica. Entonces, ¿Qué pasa con los demás planetas? Saturno se encuentra en un aspecto de tensión a Júpiter. Júpiter, el gurú, está aquí para darnos conocimiento y eliminar la ignorancia que nos ciega a nuestro bienestar. Él está aquí para liberarnos del enredo material. Pero Saturno es también un planeta muy poderoso, él tiene el poder de traernos de vuelta los karmas de nuestras vidas pasadas y darnos lo justo en proporción a las acciones que hemos estado realizando. Cuando Saturno aspecta a Júpiter sentiremos que nuestras acciones estarán siendo monitoreadas por algún poder superior, es decir, vigiladas cuidadosamente. En nuestras experiencias se podrán manifestar dificultades en nuestro aprendizaje, para adaptarse o aprender realmente bien. También habrá un gran impacto en cómo manejamos nuestra riqueza, no importa cual sea nuestra situación, se tratará de responsabilidad. Saturno-Júpiter implica actuar responsablemente. El peligro de esta configuración es la falta de juicio. Tanto Júpiter como Saturno se preocupan por tomar decisiones sabias, cuando están en tensión uno puede tomar decisiones equivocadas. Así que cada vez que tengamos que tomar una decisión importante tomémoslo con calma, con cautela, pasando un tiempo meditando en silencio sobre las cosas. Júpiter siempre nos ayudará a encontrar el camino correcto.
Debemos escuchar a los dioses planetarios, porque son energías muy sutiles que están operando para restablecer el dharma sobre la tierra. Este momento implica una oportunidad para nosotros a abrirnos a otro tipo de percepción.
Om Namaḥ Ṣivāya
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