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Luna nueva en Géminis (Mṛgaśīrṣa)

Fecha: 18.06.2023

Hora: 1:37 hs

(Hora local Argentina)

“El aire que hay sobre la tierra no es obstáculo para la luz del Sol, pues esta lo atraviesa y lo penetra sin rasgarlo ni despedazarlo, sino llenándolo todo.” (Agustín de Hipona)

Géminis, signo de aire, conlleva flexibilidad y adaptabilidad, es como el viento, una corrientes de aire que cambia su velocidad y dirección, yendo desde una suave brisa a una repentina ráfaga.

Bajo esta lunación la comunicación y el intercambio serán de suma importancia. Necesitaremos expresarnos, conectar ideas, personas, proporcionando una cuota de variabilidad. Pero esta energía deberá ser encausada. La forma es quién controla el aspecto del aire. La masa actúa como oposición al cambio de movimiento, es decir, es como querer caminar dentro de una piscina con agua, el agua ofrecerá resistencia al movimiento. Esto es la masa. Entonces, será a través de la construcción de la materia que compensaremos a este signo tan activo y volátil. La masa es una resistencia del espacio vacío, y será aquí donde debemos aprender a equilibrar el flujo de movimiento sobre la permanencia.

Esta Luna nueva se da en la constelación de Mṛgaśīrṣa. Esta mansión lunar se llama "la estrella que busca", marcando el "comienzo de una búsqueda". El planeta regente es Marte, que refleja al guerrero espiritual que busca la verdad. La inteligencia espiritual y las habilidades de investigación se refinan aquí. La deidad que preside aquí es Soma, el dios de la Luna, que imparte el néctar divino de la dicha y la iluminación. Su poder es dar plenitud. Mṛgaśīrṣa significa literalmente “cara de ciervo". Mṛgaśīrṣa nos llena y cubre de alegría. Es como una hermosa tela que hace nuestra vida más atractiva. Se considera un mṛdu (suave y tierno) nākṣatra. Suele estar presente una naturaleza amable, pacífica, sensible y perceptiva. Pero se puede experimentar miedo a la confrontación. El lado oscuro de Mṛgaśīrṣa puede ser una indulgencia en el placer. Pueden resultar apegos sensoriales a fuertes necesidades terrenales y un anhelo de sensaciones.

¿Qué es lo que verdaderamente necesitamos? esta posición nos traerá un momento de autoestudio, de dicotomía, entre lo que creo que necesito (para mantener mi fantasía) y lo que verdaderamente preciso.


Solemos pensar que los planetas nos “hacen”, pero debemos entender que un planeta entrega el karma que es de uno, como un cartero que entrega una carta.

Muchas veces pensamos que estamos eligiendo y es porque no conocemos otra cosa. Entender la energía global, es decir, las ubicaciones planetarias, nos dará una pauta también de cómo movernos.


Mercurio (planeta que rige a Géminis), se encuentra en un aspecto armónico a Venus. Esta es una influencia benéfica y alegre, favoreciendo aquellos trabajos que se relacionan con el arte y facilitando el poder expresarnos con sensibilidad. Este contacto hará que uno se sienta más consciente de los sentimientos que se tiene.


El aspecto tenso vendrá del contacto inarmónico entre Mercurio y Saturno. Esta configuración se caracteriza por un estado mental más pesimista, de preocupación y ansiedad. Saturno inclina a ver el lado más sombrío y triste de la vida, pero una vez que se es consciente de esto, habrá que darse cuenta de que uno está viendo solo una parte de la realidad, así que por lo tanto será posible superar este estado.

Existirá una propensión a tener muchas preocupaciones, responsabilidades, obstáculos y restricciones en el camino. Y con Saturno retrogrado se acabarán los plazos. Este es un contacto perturbador y depresivo para la mentalidad. Pero debemos recordar que a Saturno se lo considera un planeta “maléfico” porque muestra la realidad de nuestros límites.


Por otro lado, Júpiter continúa junto a Rahu: Júpiter representa el conocimiento, la sabiduría, la enseñanza, la religión, y la espiritualidad, mientras que Rahu representa la duda, las ilusiones, la obsesión, el materialismo y la naturaleza destructiva. Esta conjunción creará confusión, incertidumbre, discusiones innecesarias, problemas de ira, y nos inclinaría a tomar decisiones impulsivas. Esto creará problemas en las relaciones, comportándonos de forma inmadura e incluso seremos capaces de arruinar una relación feliz con nuestro mal comportamiento para luego arrepentirnos.

  • Un remedio para esta configuración es estar satisfecho con lo que uno tiene. No ambicionar lo que está en el aire.

Este es un período de conquista, y la sinuosidad del viento nos enseñará que el camino más corto entre dos puntos no necesariamente es una línea recta.


Om Namaḥ Ṣivāya


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