Fecha: 14.09.2023
Hora: 22:40 hs
(Hora local Argentina)
Cuando uno se ilusiona tiene dos trabajos, ilusionarse y desilusionarse. Creamos en base a lo que creemos. Nuestras creencias son las que moldean nuestra realidad. La vida está llena de sentido. Cada encuentro nos es relevante. Todo lo que nos sucede es un lenguaje, nos está hablando. Cuando usamos la astrología, estamos transformando esa realidad en relato. Cada vez que hablamos de un planeta, estamos hablando de un comportamiento humano. Cada símbolo es una realidad del hombre.
Cuando Surya (el Sol) y Candra (la Luna) se encuentran en el cielo hay una renovación de energía. Es el inicio de un nuevo ciclo en la relación de estos dos planetas que manifiestan la creación en la tierra. Este acontecimiento lo llamamos Amāvāsyā (Luna nueva), y es el medio ambiente que acompaña esta configuración lo que nos hablará del tono de los días venideros.
Durante esta lunación, Surya (el Sol) y Candra (la Luna), se encuentran junto a Buddha (Mercurio) en posición Vakri (retrógrado). Bien sabemos que los momentos de retrogradación son tiempos de recarga de energía. Luego cuando el planeta empieza su movimiento directo, su energía de empuje en la vida experiencial (esa descarga) será directamente proporcional a cómo la hayamos cargado. Un planeta retrógrado marca un período de incubación, de preparación, donde luego se manifestará de acuerdo a la potencia con la que lo hayamos cargado. Es por eso que cuando un planeta retrograda los procesos son más lentos (su velocidad en el zodiaco disminuye) y uno debe aminorar la marcha.
El nivel de renuncia que tenemos es acorde al nivel de discernimiento. Buddha (Mercurio) es nuestra capacidad de discernir. El pensamiento produce siempre una conducta. Y como dice el Śrīmad Bhāvagatam: “La cabeza es un peso para la garganta si la misma no se inclina a los pies de īśvara (dios)”.
La memoria no es una cuestión física, es el poder de ātman, y eso se evidencia en el poder de Guru (Júpiter). Júpiter manifiesta la sabiduría, y la memoria aquí juega un rol fundamental para integrar el conocimiento superior. Guru (Júpiter) se encuentra Vakri (retrógrado) en Meṣá (Aries), y esto nos inclinará a reevaluar las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. Aries es el signo de la individualidad. ¿Cuáles son las acciones que manifestamos para nuestro crecimiento personal? Revisar nuestras creencias, nuestra forma de ver el mundo, esto nos dará la posibilidad de enmendar nuestro camino y corregir errores.
Por otro lado, la Luna se encontrará dentro de la constelación Uttara Phlagunī. Su símbolo es una cama, que enfatiza la curación de los demás. Puede traer grandes oportunidades para el crecimiento y la expansión creativa. La deidad regente es Aryaman, que gobierna el liderazgo, el honor, la nobleza y las reglas de la sociedad. Bajo esta nākṣatra habrá un campo fértil para ayudar a aliviar el sufrimiento de la humanidad y al amigo en necesidad. Esta mansión lunar está conectada con la amistad, la amabilidad y una naturaleza amorosa. Su poder es dar prosperidad a través de las relaciones íntimas y la unión. Aryaman rige los contratos matrimoniales y protege la herencia familiar. Śiva y Śaktī se casaron bajo este asterismo. Es así que la unidad familiar se enfatiza en esta mansión. El lado oscuro de Uttara Phlagunī es una profunda sensación de soledad si no estamos involucrados en una relación significativa. Pueden presentarse problemas de codependencia o entrega excesiva. Pero debemos aprender a hacernos amigos de la soledad en lugar de sentirnos solos.
En esta Luna nueva, ¿Qué estamos preparando? ¿Qué semillas estamos incubando?
Este es un momento para dar salida a nuestra intuición. Pero no debemos entender la intuición como algo espontáneo, sino como la cúspide superior de una pirámide, en la cual se une todo el trabajo mental que se han ido añadiendo progresivamente para, por último, llegar a esa gran conclusión final.
Om Namaḥ Ṣivāya
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