Fecha: 11.01.2024
Hora: 08:58 hs
(Hora local Argentina)
¿Estamos a la altura del propio aprendizaje? Cuando nos damos cuenta que las cosas no van bien es cuando se revela nuestro verdadero carácter. Estamos acostumbrados a vivir un tipo de vida, una manera de funcionar, que cuando nos enfrentamos al dharma (el recto modo de vivir), adaptamos la experiencia a una propia visión del dharma. Pero esto no es el dharma, sino un ajuste para sentirnos cómodos con nuestras conductas. Para poder evaluar y detectar condiciones, el cultivo de la paciencia y la generosidad nos ayudará a ir quitando las ideas equivocadas que tenemos. Son las ideas que sostenemos de lo que somos lo que nos impide ver la realidad. La generosidad es un ejercicio de entregar, de soltar, de ya no sentir “mío”. Cuando estamos cultivando generosidad estamos soltando objetos como también los resultados de darlos. Pero necesitamos saber qué es soltar, y esto no implica soltar nuestros bienes. Cuando empezamos a entrenarnos con la generosidad como un modo de soltar, no solo estamos soltando las cosas sino que estamos soltando el deseo de controlarlas. Al mismo tiempo estamos cultivando la fortaleza de aceptar la realidad. La falta de paciencia, en cierto sentido, es una inhabilidad de soportar la realidad que tenemos. Aquí podemos observar porque la paciencia es una fortaleza tan importante en un camino donde pretendemos liberarnos a través de un encuentro con la realidad. Necesitamos ir cultivando la capacidad de ver la verdad. Esto requiere valentía; y podemos ver que paciencia y valentía se refuerzan mutuamente.
Cuando la Luna está en Sagitario, signo de fuego y visión, nos impulsa a buscar la verdad, conocimiento y sabiduría profunda. Júpiter es el planeta regente de Sagitario, por lo que la mente aquí estará bajo su influencia. Esto indica una mente firme inclinada a hacer lo correcto en todo momento, hacer el dharma, preocupándonos por la moral y la honestidad. Esta posición lunar otorga una naturaleza independiente y una visión más amplia sobre el significado de nuestras experiencias. Sagitario alude a la confianza y la valentía ante las situaciones .
Dios se expresa en leyes, y cuando Júpiter (el guru) está en Aries representa la ayuda en las situaciones bélicas. Júpiter nos vigilará que estemos abordando las experiencias con conocimiento y un propósito espiritual. Júpiter da sabiduría e inteligencia, y en Aries nos traerá oportunidades donde antes no podíamos encontrarlas. Este es un momento donde debemos correr riesgos, avanzar e ir más allá de lo que pensábamos que era posible.
Marte en Sagitario es una posición fuerte para Marte ya que allí se siente en su campo de batalla listo para ganar y cambiar nuestra vida de alguna manera. Debemos entender que Marte es un general del ejército de los Dioses. Es el guerrero ético, pero durante este tránsito se enfrenta a otro general, Rahu, el general del ejército de los Demonios. Esto no es bueno para la naturaleza de Marte, pero al estar Júpiter implicado las experiencias estarán mermadas. Júpiter puede derrotar a Rahu. Esto en nuestra vida se experimentará como una oportunidad de superar una situación negativa en nuestros asuntos personales. Este es un momento para ser valientes.
Constantemente le estamos dando sentido a lo que vivimos con nuestro entendimiento.
Nuestro modo de ser está profundamente interconectado, y cuando nos conocemos realmente estamos conociendo todo. Para construir un futuro diferente debemos trabajar con lo que tenemos disponible, y esto requiere de aceptación, si estamos apartando y negando lo que se nos presenta cada día no estamos trabajando para un mañana mejor. Cuando rechazamos nos estamos excluyendo del problema, pero cuando aceptamos nuestra realidad nos hacemos parte y solo de esa manera podemos cambiar nuestro presente. La paciencia y fortaleza de poder ver las cosas tal como son nos obligará a superar las ideas erróneas de lo que somos y debemos hacer. En este momento estamos viviendo los resultados de las causas y condiciones que se juntaron previamente, por lo tanto, este ahora no puede ser diferente; y si queremos que sea distinto, debemos generar nuevas condiciones.
Debemos de recordar: “El dolor es revelador, cuando uno se da cuenta de la verdad básica de que la asociación con todas las cosas temporales está cargada de dolor, sólo entonces comienza nuestro viaje hacia lo eterno. El dolor, por lo tanto, parece tener un propósito. El dolor es una bendición disfrazada. El dolor vuelve tu mente hacia Dios, en quién sólo hay felicidad y paz duradera.” (Swami Chidananda)
Este es un momento de visión y de generar sabiduría. La clave para esta lunación será la transformación y la búsqueda profunda y contundente del avance interno. Uno deberá alinearse a un sistema estructural de comportamiento moral que brinde orientación. La actitud que debemos tener será la de convertirnos en un explorador inquieto e inquirir en los diferentes aspectos de nuestra experiencia humana. Cuando detectamos donde somos partícipes es allí donde podemos hacer el cambio. Nuestra determinación es la que nos protegerá y guiará a soltar y empujar hacia adelante. Debemos empezar a nutrirnos de la satisfacción de estar intentando algo que vale la pena. Aquí estaremos soltando todo, menos el momento presente.
Om Namaḥ Ṣivāya
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