Después de dos mil años, ¿Cuánto conocemos del mensaje original de nuestras fiestas?
La Navidad es y fue una fecha trascendente desde tiempos inmemorables. Se celebró en diferentes culturas siglos antes de la venida de Jesús a la tierra. Para los romanos en esta fecha se conmemoraba el Sol Invictus: una fiesta cuyo actor principal era el Sol. Esto ocurría el día del Solsticio. Solsticio significa literalmente “Sol quieto” y marca el momento en que el astro cambia de dirección de su camino aparente en torno a la Tierra. El movimiento solar, en realidad, es aparente: la que se mueve es la Tierra. “Sol quieto” alude a que en torno al 21 de diciembre el astro parece frenar unos días, antes de tomar impulso para recorrer el camino inverso, el 25 de diciembre. El nacimiento de Jesús fue asignado en estas fechas como una forma de sincretismo asociada al Solsticio que, después de todo, no sólo es la muerte simbólica del Sol sino también, de alguna manera, su renacimiento.
Sirius, la estrella del Este, el 24 de diciembre se alinea con las tres estrellas más brillantes del Cinturón de Orión, conocidas como los tres Reyes; estas apuntan a donde sale el Sol el 25 de diciembre, es por eso que los tres Reyes ("magos") siguen a la estrella del Este, para ubicar la salida del Sol, es decir, el nacimiento del Sol.
La virgen María es el símbolo de la constelación de Virgo (Virgo también alude a la casa del pan). Este símbolo de trigo representa a agosto y septiembre, la época de la cosecha. Bethlehem (lugar donde nace Jesús) se traduce literalmente como “casa de pan”.
Desde el Solsticio de verano al Solsticio de invierno los días se hacen más cortos y fríos. El Sol se mueve hacia el Sur haciéndose más pequeño y escaso. El acortamiento de los días y la caducidad de las plantaciones, cuando se acercaba el Solsticio de invierno, simbolizaba el proceso de muerte para los antiguos, es decir, la muerte del Sol y la cosecha. Hacia el 22 de diciembre, la desaparición del Sol, habiéndose movido hacia el Sur continuamente durante seis meses, ahora llegaba a su punto más bajo en el cielo (en el hemisferio norte). Aquí algo curioso sucede, el Sol deja de moverse hacia el Sur por una pausa de tres días. El Sol permanece quieto en la constelación Cruz del Sur. Después de ese momento el Sol se mueve a un grado hacia el Norte anunciando días más largos. Entonces se dijo: "el Sol murió en la cruz, muerto por tres días, para luego resucitar nuevamente"; es por eso que a Jesús, al no conocer su fecha exacta de nacimiento, se le atribuye esta fecha, como representante del Sol y restablecedor del reino de la luz por sobre la oscuridad. Sin embargo, antiguamente, no se celebraba la resurrección del Sol hasta el Equinoccio de primavera, cuando el Sol vencía la oscuridad y los días eran más largos que la noche.
La palabra navidad viene del latín nativitas y significa "nacimiento". Esta fecha simboliza al Sol, la conciencia superior, que se sumerge para combatir las fuerzas oscuras, venciendo las tinieblas (durante los tres días de oscuridad- el Sol quieto) y salir triunfante.
También durante esta fecha se celebraban Las Saturnales, en honor al dios Saturno, dios de la agricultura, representado como un anciano sabio. Las fiestas eran en torno al sacrificio en el templo de Saturno del 17 al 23 de diciembre, seguido de un banquete al cual podía asistir todo el pueblo. Durante los días de fiesta, no se ejercían trabajos, se engalanaban las calles, la gente decoraba los árboles de sus casas y se daban regalos.
¿Sabías qué significa el árbol de navidad? Según C.G Jung, el árbol es un símbolo del proceso de individuación y de la integración del sí-mismo. Representa la evolución de las fases del proceso de transformación. “El árbol, columna del universo, produce su encantamiento tocando en lo más profundo de nuestro inconsciente, y una estrella en la punta intenta guiarnos en la oscuridad de la ignorancia” (Jung). Hacer consciente este profundo símbolo arquetípico, puede ayudarnos a rescatar el carácter sagrado del símbolo de la navidad y su importante significado psicológico.
Horus de egipcio, Dionysus de Grecia, Mithra de Persia, Jesús de Nazaret, entre otros, fueron guías solares entorno al 25 de diciembre. Jesús fue el arquetipo del sacrificio, pero no en el sentido negativo que le otorgamos, sacrificio significa hacer sagrado, es decir, sagrado oficio: de hacer lo que cada uno mejor, que cada uno puede hacer. Imaginemos una humanidad en donde todos hacemos el sagrado oficio. Debemos meditar sobre las enseñanzas de los maestros que han pasado por nuestra tierra, traerlo a nuestras vidas y nuestros vínculos. Esta es la sabiduría de nuestra humanidad.
¡Feliz navidad!
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